sábado, 1 de junio de 2013

EGO - EDGE GOD OUT - DEJAR FUERA AL CREADOR

“Con muy poca preparación, damos el paso hacia el ocaso de la vida. Pero aún así, damos ese paso, con la falsa presunción de que nuestras verdades y nuestros ideales nos van a servir como solían hacerlo. Pero no podemos vivir el atardecer de la vida de acuerdo al programa de la mañana. Porque lo que fue grandioso en la mañana, se volverá pequeño en la noche. Y lo que en la mañana era cierto, a la noche se habrá convertido en una mentira.

Encontrar significado en la vida, y el verdadero propósito en la vida es ser feliz, disfrutar la vida, llegar a un lugar donde no siempre estés tratando de llegar a algún otro lugar. Tanta gente pasa su vida luchando, tratando de estar en un lugar donde no están. Les parece que nunca llegarán. Una de las formas de entender acerca de cómo encontrar tu propósito en la vida, es retornar a la naturaleza, encontrar tu propia naturaleza. Cambia tus pensamientos, cambia tu vida. 
Todo ser se origina en el no-ser, Jesús lo dijo de esta manera en el nuevo testamento: Es el espíritu el que da vida. Que realmente no vienes de tus padres, que todos nosotros venimos de este lugar llamado espíritu. Que cuando apareces en este mundo, apareces de una muy pequeña gota de protoplasma humano, y todo lo que había en ella, se volvió tú. Todo lo que necesitabas estaba en esa pequeña gota.

jueves, 30 de mayo de 2013

LA MOCHILA DEL PERDON, LIBERARSE DE LA CARGA

Llevaba mucho tiempo queriendo  hacer un ejercicio de perdón, pero como siempre, hasta que no fue el momento, no saqué las fuerzas, ni el tiempo para hacerlo.

Finalmente un día soleado, me fui en mi coche, con una mochila a pedregalejo. Cuando llegué allí, saquí mi mochila, me metí en la arena, y empecé a coger piedras. Hice un repaso a toda mi vida, desde mi propia conecpción, nacimiento, colegio… hasta el momento en el que estaba. Y decidí coger una piedra por cada enfado que había tenido. Aunque ya se me hubiera pasado, decidí que pondría en mi maleta, todas las cóleras que recordara en ese momento.

Así que me puse manos a la obra, y a cada piedra le puse el nombre de alguien con quien me hubiera enfadado en algún momento de mi vida. Y según el enfado, la piedra era más grande o más pequeña. Estuve bastante rato hasta que finalmente terminé, la piedra más grande, era la mía.